Jn 1, 1-18
Él que es la Palabra se hace carne, se hace uno de nosotros.
El Niño de Belén sale de la Palabra eterna del Padre.
Una silueta de bebé parte al encuentro de la humanidad, con el Corazón en la mano, dando desde el principio Amor y alegría a los que esperan su venida.
La Palabra acampa en medio de nosotros envuelta en pañales de recién nacido.
Se convierte en Buena Noticia para un mundo rodeado de frío y enemistad.
El Mesías viene a transformar el mundo y nuestro mundo. Abramos nuestra vida a ese pequeño que llega para que también nosotros nos convirtamos en Palabra para los demás.
(KAMIANO)
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